Rafa Nadal volvió a estrellarse contra la misma piedra, el 'rocoso' Robin Soderling (6-4 y 6-4). El español, como ya le ocurriera en Roland Garros, se vio sorprendido por el sueco, que entró en la Copa Masters beneficiado por la lesión de Andy Roddick.
Igual que en la metáfora de tropezar dos veces con la misma piedra, el partido se resolvió en 1 hora y 38 minutos en favor de Soderling en dos mangas prácticamente idénticas: en el décimo juego de cada set, con saque para Nadal, el sueco se ha llevado el punto definitivo.
En ambos casos Nadal se ha quedado con la misma cara del que le roban la cartera en el mismo sitio y por el mismo ladrón.
Nadal sigue sin encontrar el punto de confianza que le permita afrontar las bolas con la misma fuerza que antes de su lesión. Su estado de forma se nota, para empezar, en sus saques, que bajan ostensiblemente de velocidad en los segundos servicios.
De esa forma, cada vez que Nadal se veía obligado a jugar con su segundo se encontraba con un Soderling agigantado, capaz de mandarle pelotas a la línea. El partido se caracterizó por la intensa actividad del 'ojo de halcón', pedido en constantes ocasiones para resolver las dudas de los jugadores en puntos decisivos.
Así ocurrió en el décimo juego del partido, con 5-4 a favor de Soderling, pero con 40-30 a favor de Nadal en su servicio. El de Manacor mandó un saque claramente a la línea, que habría supuesto el punto del 5-5. Pero en lugar de reclamar la decisión del juez, que dio 'out', jugó su segundo servicio -blando- y concedió la igualdad al sueco, que acabaría ganando el juego y el set.
El partido se caracterizó también por la igualdad, demasiada si se tiene en cuenta la distancia en el ránking y la diferencia de calidad entre ambos.
Al arrollador inicio de Soderling, que se pusto pronto con 3-0 gracias a una ruptura, contestó Nadal sacando la casta para ponerse otra vez 3-3. Pero el sueco, que ya le tomó la medida en París, defendía casi sin apuros su saque.
En el segundo set se pudo ver un comienzo esperanzador del español, que se puso 1-2 después de una rotura y servía para consolidarla. Pero Soderling se rehizo y le devolvió el 'break', después de pedir una vez más el 'ojo de halcón'.
Para ahondar más en el 'gafe' del español, cada vez Nadal reclamaba la revisión en vídeo se llevaba un chasco, mientras que para Soderling todo eran puntos y líneas.
No obstante, aún tuvo Nadal la oportunidad de poner contra las cuerdas a Soderling en el siguiente juego, pero el sueco fue capaz de levantar las bolas de 'break' y salvar su servicio después de un larguísimo 'deuce'.
El guión empezaba a parecerse sospechosamente al del primer set. Tanto, que se llegó con 5-4 a favor de Soderling y saque de Nadal. Hasta entonces le había quedado el consuelo de mantener su servicio con holgura, pero en el último instante le falló la concentración y cedió el partido.
Todavía quedan dos partidos por jugar y dos plazas para optar a semifinales, pero pase lo que pase, el año ya termina para Nadal con un 'borrón' en forma de tenista sueco llamado Robin Soderling.