"Sensaciones muy positivas". Así describía Jorge Lorenzo su primera toma de contacto con la pista de Estoril. "Cuando hay un gran parón de tiempo es complicado volver a ir rápido. Pero en diez vueltas ya he logrado ir a ritmo de récord", continuó el mallorquín, "aunque tres décimas respecto a mis rivales no es nada. Mañana todos bajarán sus cronos y se rodará a un ritmo de 36 altos".
El piloto de Fiat Yamaha señaló que esta carrera será distinta a la del año pasado, cuando ganó su primer Gran Premio en MotoGP. "Ahí llevaba Michelin, unas gomas que pesan más y más rígidas que los Bridgestone. Con unos y otros, los tiempos han sido similares", explicó el piloto español. "Es cierto que me siento a gusto en esta pista, sobre todo en las frenadas: freno muy fuerte".
Su táctica volverá a ser la misma: ir a por la victoria. "Mi gran ventaja es que no tengo nada que perder, nada de presión, así que voy a intentar ir lo más rápido posible en los entrenamientos. Hay que forzar a los demás, es lo único que puedo hacer".
Lorenzo dio la bienvenida a la competición a Casey Stoner. "Estoy contento de su vuelta. Lo veo más animado; ha ganado algún kilo... Volverá a estar arriba. Stoner es una pieza fundamental de este campeonato", comentó.