Una multitud de cariocas se ha visto envuelta en un torbellino de alegría, regado con caipirinha y cerveza, cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, ha anunciado a Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos del 2016.
La célebre playa de Copacabana ha congregado a cerca de 50.000 personas que se fundieron en abrazos, lloraron, se desgañitaron clamando al cielo "Río es campeón" y cantando juntos su orgullo de ser cariocas, o sea habitantes de la segunda mayor ciudad de Brasil.
Poco antes de las dos de la tarde, con el anuncio que se pudo ver en la playa en directo en las pantallas gigantes instaladas por el Ayuntamiento en un escenario sobre la arena, cayó sobre los asistentes una lluvia de papeles recortados de color metálico que se mezclaron con el sudor de los presentes.
A continuación, se desplegó un cartel gigante con la imagen de la estatua del Cristo Redentor, icono de la ciudad, y la frase 'Rio loves you' sobre las cabezas de los asistentes a la fiesta que promete extenderse sin hora y, tal vez, sin fecha.
Una celebración "de siete años"
Ahí comenzó una seguidilla de conciertos que poco pueden desmerecer al carnaval, primero con el grupo de samba Revelaçao y después con la batería de la escuela de samba Académicos de Salgueiro, campeona del último carnaval, que se encargó de agitar las caderas de los brasileños y turistas al ritmo frenético de sus tambores y timbales.
Marcelo, un productor musical de 38 años, ha asegurado que pretende extender la celebración toda la noche, el fin de semana y "los próximos siete años" hasta la conclusión de los Juegos.
Joao, un jubilado de 60 años, ataviado con la camiseta de la selección brasileña y una bandera del país, gritó "vamos al jaleo, vamos al jaleo" y aseguró que ya estaba ansioso por comprar "los mejores boletos" para las pruebas de los Juegos de 2016.
No faltaron multitudes de camisetas de la selección de fútbol, imitadores de Carmen Miranda, del personaje de Disney Zé Carioca y hasta un doble de Barack Obama, que abrazaba a una Michelle de cartulina que lucía un vestido blanco con el lema de Río.
Fiesta durante todo el día
La fiesta había comenzado mucho antes, a las primeras horas de la mañana, cuando empezaron a llegar los primeros grupos de jóvenes y jubilados, que aprovecharon el tiempo soleado que invitaba a acudir a la playa.
Calentando motores, el cantante Lulu Santos animó al público y lo jaleó con críticas a las rivales de Río, "sayonaras" a Tokio y despedidas para Barack Obama. "Vamos a dar una carcajada con la derrota de Madrid, por los oficiales de fronteras que paran a los brasileños en el aeropuerto", cacareó el cantante, que fue muy ovacionado por un público emocionado.
El concierto y el frenesí llegaron a eclipsar en algunos momentos la votación, puesto que la actuación no llegó a detenerse con la eliminación de Chicago (EE.UU.) y Tokio (Japón), de las que tan solo se supo por un pequeño letrero en las pantallas que no fue previamente avisado y pilló desprevenidos a los cariocas.
Con la eliminación de Chicago, la reacción de los cariocas fue incluso de estupor y estupefacción, que duró el tiempo que costó asimilar la eliminación de la que se creía que era la principal rival.