La igualdad técnica con la M1 de Valentino Rossi para el año que viene y el esfuerzo que Yamaha ha hecho en las últimas dos semanas por retenerle, han sido las claves para que Jorge Lorenzo continúe un año más en la marca de los diapasones. "El tener 22 años también ha influído bastante. Con algunos años más quizá hubiera aceptado la oferta de Ducati: era muy tentadora y con un proyecto deportivo excitante y fuerte. Pero me apetecía quedarme un año más en Yamaha: conozco la moto y creo que el año que viene puedo mejorar e ir más rápido".
El piloto mallorquín ha preferido renovar por sólo un año - a pesar de que Yamaha quería dos- porque "es lo mejor para un piloto que confía en sí mismo y sabe que el año siguiente lo puede hacer bien. Mi idea es seguir en Yamaha el resto de mi carrera deportiva pero es mejor firmar sólo por un año".
Lorenzo y Yamaha han firmado el pre-acuerdo. En el último contrato está previsto que aparezca una claúsula por la que Lorenzo recibirá las evoluciones de su M1 al mismo tiempo que su compañero de equipo, Valentino Rossi. "Espero tener el mismo material que él. Todavía tenemos que aprender mucho de Rossi y estando cerca de él, es más fácil".
Jorge Lorenzo reconoció que Rossi "aún es el piloto con más experiencia en desarrollar la moto. Pero no estaría mal que empezara a dar mi opinión sobre la moto también".
Lin Jarvis, director deportivo de Yamaha, ha sido el más firme apoyo de Lorenzo. "Jarvis siempre ha sido un valedor de Lorenzo, incluso cuando aún no había conseguido el título de 250cc".
Lorenzo reconoció que empezó a negociar con Ducati a mitad de año. La fábrica italiana, que puso una cantidad desorbitante encima de la mesa, ha acabado perdiendo un fichaje de oro. "Ducati tiene el sponsor más potente del Mundial. Con Stoner fuera de la pista y sin ningún otro piloto ganador viven una situación difícil. "Sinceramente, algún día me vi de rojo pero repito, ahora mismo el dinero no ha sido lo más importante pata decidir dónde correr el año que viene", aseguró el balear.