El nuevo jugador del Espanyol Shunsuke Nakamura aterrizó esta tarde en Barcelona donde cerca de 300 aficionados lo esperaban, junto al gran número de medios de comunicación que cubrían el evento, provocando así cierto caos en la terminal B del aeropuerto del Prat.
El futbolista llegó a Barcelona procedente de Londres hacia las siete y media de la tarde. Unos instantes después Nakamura aparecía en la zona de llegadas donde unos 300 aficionados blanquiazules lo recibían con una gran ovación y cánticos.
Después de hacerse unas fotos con una bufanda del Espanyol empezó la locura. Los cámaras y fotógrafos se peleaban por la mejor imagen, los periodistas ponían el micro para conseguir las palabras del jugador y los aficionados cantando y gritando.
Esta escena acabó en un tumulto de decenas de personas persiguiendo al jugador por el interior y el exterior de la terminal. Empujones, golpes y carreras que acabaron con varios enfados pero sin mayores problemas. Escoltado por los mossos d'esquadra, Nakamura pudo, a duras penas, llegar al párking del aeropuerto donde se subió a un coche del club que lo llevó al hotel.