Un mapamundi que pone de manifiesto que Suramérica sigue fuera de la geografía olímpica y un mensaje del presidente Lula da Silva en el que garantiza los recursos necesarios fueron las cartas que exhibió Río de Janeiro para pedir a los miembros del COI que el próximo 2 de octubre le concedan los Juegos de 2016.
El presidente de la candidatura, Carlos Nuzman, miembro del COI, presentó a sus compañeros un mapa con puntos destacados sobre las ciudades que han organizado alguna vez los Juegos Olímpicos. "Y con una gran zona en blanco en Sudamérica", comentó Carlos Osorio, secretario general de la candidatura. "Los miembros del COI sonrieron y algunos incluso aplaudieron", apuntó.
Lula, en cambio, no se refirió en su mensaje a esta laguna histórica, sobre la que ya se había manifestado en los últimos días, sino que expresó con pasión su apoyo a los Juegos y a la transformación que supondrían para su país, y se refirió a las garantías económicas que ofrece su gobierno.
"Todo el presupuesto está asegurado", comentó Osorio. "Los 700 millones de aportación directa nos permiten ser conservadores en el cálculo de ingresos de la parte privada, en estos momentos difíciles", añadió.
Los miembros del COI hicieron a Río una docena de preguntas entre las que no hubo ninguna sobre seguridad ciudadana, uno de los puntos débiles de la candidatura, aunque sí sobre la conveniencia de que coincidan en Brasil en dos años el Mundial de fútbol de 2014, ya adjudicado, y unos posibles Juegos en 2016.
"Esto nos ha dado la oportunidad de explicar la sinergia entre ambos acontecimientos", dijo Osorio. Sobre el mismo asunto abundó el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, recordando que muchas inversiones serán comunes. "Los números hablan por sí solos", remató el experto respecto a la pujanza de la economía brasileña.