Los Mossos d'Esquadra y el Espanyol han acordado aumentar el dispositivo policial de cara al derbi con el Barcelona de la Copa del Rey que se jugará en el Estadio Olímpico de Montjuïc, un partido que ha sido declarado de alto riesgo (en vivo, 22:00 horas).
Los agentes de la policía catalana establecerán un segundo cordón de seguridad para garantizar el buen desarrollo de los registros a la entrada al campo.
El Intendente de los Mossos, Antoni Antolín, jefe del dispositivo para el operativo de mañana, ha explicado hoy que la policía catalana y el equipo de seguridad del club blanquiazul aumentarán sus efectivos para evitar que se repitan incidentes como los que se registraron el pasado 27 de septiembre, cuando radicales barcelonistas de los 'Boixos Nois' lanzaron bengalas a los aficionados blanquiazules.
Además de aumentar el número de efectivos, los Mossos también establecerán una segunda línea de control que se situará justo detrás de los equipos de seguridad del club encargados de realizar los cacheos a los aficionados que entran al estadio.
Con esta segunda línea de control los Mossos buscan por una parte garantizar el buen funcionamiento de los cacheos para evitar que entren objetos peligrosos en el estadio como ocurrió en septiembre y amedrentar a los seguidores que se nieguen a pasar el control.
Por parte del club blanquiazul también se ha establecido un mecanismo para tratar de evitar la entrada de seguidores radicales del Barça, ya que a diferencia de lo que ocurre en otros partidos el Espanyol sólo ha vendido entradas a los socios.
De esta forma, cada abonado blanquiazul podía sacar tres entradas que iban numeradas para permitir saber, en caso de reventa, quién las había vendido. El Espanyol también se ha comprometido a hacer un control exhaustivo en los registros que se realicen en las puertas de acceso al estadio.
No obstante, en la web de los 'Boixos Nois' estos aficionados radicales afirman contar con "entradas suficientes para desplazarnos como grupo" e invitan a socios y simpatizantes a unirse en su "marcha a Montjuic" para "despedir de una vez por todas de la ciudad a la escoria perica (sic)". Además, aprovechan para desvincularse de los incidentes racistas del Bada-Bing.
Hereu pide civismo
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, afirmó que "todos" quieren que el partido de Copa del Rey de mañana, miércoles, entre los dos grandes equipos de fútbol de la ciudad, Real Club Deportivo Espanyol y Fútbol Club Barcelona, "sea un encuentro cívico marcado por la concordia".
El alcalde de Barcelona hizo un llamamiento a los forofos de los dos clubes para celebrar de forma ejemplar el último derbi oficial que se jugará en el estadio de Montjuïc.
Hereu recordó que en el último partido disputado entre el Espanyol y el Barça se produjeron unos incidentes graves y lamentables "que todos rechazamos" y reiteró la necesidad de que la competición deportiva no quede "manchada por la intolerancia o la violencia".
"Todos hemos hecho el trabajo que nos tocaba, para garantizar que el partido se pueda desarrollar con normalidad", aseguró el alcalde, que manifestó que tanto los Mossos d'Esquadra como la Guardia Urbana, así como los responsables de seguridad de los dos clubes, han efectuado el trabajo de coordinación necesaria en el marco de sus respectivas competencias.