El ex futbolista ingles Paul Gascoigne intenta salir adelante de su adiccion a las drogas y, en especial al alcohol. Después de que su propio hijo, de apenas 12 años, advirtiera que la antigua estrella de la Premier "morirá pronto", 'Gazza' se sincera en una entrevista al diario 'The Sun' (en inglés) y se muestra consciente de que se encuentra ante su "última oportunidad".
Gascoigne, de 41años, sigue en la actualidad un tratamiento en una clínica de rehabilitación en el sur de Inglaterra con el fin de retomar el rumbo en su vida, perdido el timón por sus excesos. El jugador reconoce que una recaída podría acabar en la muerte para él.
"Es mi última oportunidad", declara. "Uno de mis amigos me ha dicho que tengo más vidas que un gato; tiene razón, pero esta es la última".
El legendario futbolista, ex del Newcastle, Tottenham, Lazio y Glasgow Rangers, ha sufrido siempre problemas con la bebida y ha atravesado varias depresiones, incluso en los años en los que era profesional.
La gota que colmó el vaso la vivió el año pasado, cuando llegó a ser arrestado al serle aplicada la ley inglesa de salud mental por sus problemas con el alcohol. "El año 2008 ha sido terrible para mí, el peor año de mi vida. Una pequeña parte de mí se murió ese día", confiesa 'Gazza' en la entrevista a 'The Sun'. "La diferencia es que ahora sé lo que tengo que hacer. Sé que no tengo que volver a beber nunca más, porque si no me matará".
Su hijo apareció en un documental
Regan, su hijo de 12 años, afirmó en un documental que vería a su padre "morir pronto" e incluso afirmó que "si pudiera pedir un deseo, pediría que se alejara de mi familia".
Gascoigne no quiso hablar mal de su hijo, pero criticó duramente la actitud de su ex mujer al permitir que "un niño de 12 años participe en un programa de televisión".
En el programa, titulado "Salvemos a 'Gazza'"que se emitirá el próximo martes en el Channel 4, el propio Gascoigne admite sufrir problemas con la comida, cambios de humor y ansiedad. "Bebía cuando estaba contento, bebía cuando estaba triste. Sí, tengo que reconocer que he pensado en la muerte", cuenta el jugador, 57 veces internacional con la selección inglesa.
Su arrepentimiento le ha llevado a no probar la bebida desde hace un mes, según 'The Sun', como resultado del riguroso programa de rehabilitación que está siguiendo Gascoigne, que pese a sus problemas sigue siendo considerado uno de los futbolistas de más talento de Inglaterra.