El Mundial se había planteado como un duelo entre las dos selecciones más potentes, Italia y España. Lo ocurrido no fue distinto a lo previsto, sin embargo lo que no ha coincidido con las quinielas ha sido el papel de los que al final han sido los protagonistas de este Mundial.
Todo hacía pensar que la carrera sería un pulso entre Paolo Bettini, que se despedía hoy, y Óscar Freire, que podía entrar en la historia al convertirse en el primer ciclista de la historia en ganar 4 mundiales. El duelo, en principio, prometía. Sin embargo, al final, los púgiles que decidieron este duelo italo-español fueron Alessandro Ballan y Joaquím "Purito" Rodríguez.
Los favoritos rodaron siempre muy agrupados, vigilándose unos a otros, y quizá, de tanto mirarse entre ellos, se les olvidó la carrera y cuando quisieron darse cuenta ya era tarde. La imagen de Bettini, Freire y Valverde entrando tranquilamente en meta no era lo que se esperaba. El gran duelo entre ellos, al final no se produjo.
Más emocionante fue lo que ocurrió en el grupo de cabeza. Los secundarios se convirtieron en protagonistas y Alessandro Ballan, que había vivido estos días a la sombra de "el grillo Bettini" consiguió el maillot arcoiris de campeón del mundo.
La carrera se decidió en la última vuelta de las 15 que tenían que dar a un circuito rompe-piernas. La carrera se rompió en un grupo de 12 escapados, con un español entre ellos.
Joaquín Rodríguez fue uno de los más activos en la escapada que marcó el desenlace final del mundial, pero al final le faltó aliento para meterse en la lucha por el podio. Purito fue le mejor de los nuestros y eso que estuvo a punto de no participar en este Mundial debido a la grave caída que sufrió en la última etapa en la Vuelta Ciclista a España.
Entonces tuvo que abandonar antendido por los médicos y con grapas en su brazo ensangrentado. Empezaron las quinielas para buscarle sustituto, pero él no arrojó la toalla y decidió ir a Varese pese a las molestias. Sólo unos días más tarde, le ha plantado cara al nuevo campeón del mundo. Por eso, su sexto puesto final debe tener un sabor dulce aunque no se traduzca en una medalla.
Purito tuvo opciones casi hasta al final, cuando Ballan lanzó un ataque tremendo y ninguno de sus compañeros de viaje pudo responderle, y el italiano entraba en meta con tiempo suficiente para celebrarlo antes de cruzar la línea que le corona como nuevo campeón del mundo.
Mal sabor de boca
"Hemos hecho el ridículo" sentenció Paco Antequera al final de la carrera. "Había que arrancar y no esperar a que te lleven" .
"Por Bettini no se puede perder una carrera. No hemos subido responder a la estrategia de los italianos". Así de contundente se mostró el seleccionador español en RNE nada más terminar la prueba.
Las caras de los corredores españoles delataban que había sido un muy mal día y que el sentimiento entre ellos era parecido al que describía el seleccionador. Italia había ganado el duelo, y España no había podido pelear en la carretera con todas sus armas.
"Lo peor es llegar y que no te duelan las piernas". La frase la dijo uno de nuestros ciclistas antes de la prueba. Al final, eso es precisamente lo que ocurrió. A España se le escapó de los dedos el Mundial.
La que iba a ser la guinda para este año tan productivo para el ciclismo español no llegó. El consuelo que queda es que esta temporada nos deja las tres grandes carreras por etapas: Giro y Vuelta (Alberto Contador), Tour de Francia (Carlos Sastre) y el oro en fondo olímpico de Pekín (Samuel Sánchez). Para el cuarto Mundial de Freire habrá que esperar al menos un año más.